Un control eficiente del consumo de agua y de electricidad colaborará a la sostenibilidd del medioambiente. Mantener una temperatura constante es un hábito que contribuirá al bienestar del hogar mientras se reduce la contaminación.
Las casas que se construyen con el modelo ‘passivhaus’ suponen un paso más en la sostenibilidad de los edificios, que integran sistemas punteros para lograr la máxima eficiencia energética. Más allá de estos avances estructurales en los edificios, cualquier familia puede contribuir en su día a día al cuidar el medioambiente desde su hogar.
En los hogares también es posible tener comportamientos sostenibles. Contar con una temperatura adecuada puede ser una buena estrategia. Cada grado que aumenta la temperatura del hogar supone un aumento del 7% en el consumo energético y es por eso que los especialistas recomiendan que la temperatura en invierno se mantenga entre los 19 y los 21 grados, mientras que en verano debe estar entre los 24 y 26. Con el objetivo de evitar cambios bruscos de temperatura, se deben utilizar termostatos y programadores. A esto ayudará tener un buen aislamiento térmico en puertas y ventanas fundamentalmente.
Es posible proteger el planeta a través de una buena gestión de los residuos. Disponer de cubos de basura en la cocina de diferentes colores para separar el papel y cartón, el plástico y los envases, el cristal y los residuos orgánicos ayudará a que lo que se deseche pueda tener una segunda oportunidad con la que aumentar su ciclo de vida, reduciendo su impacto en el medioambiente. También el uso de determinados electrodomésticos es clave en el cuidado del medioambiente. El agua es un recurso escaso y para ahorrar lo máximo posible se deben poner tanto la lavadora como el lavaplatos solo cuando estén llenos. En el baño, por otra parte, se puede ahorrar agua mediante la instalación de un botón en el inodoro que permita vaciar solo parte de la cisterna o sustituyendo las bañeras por los platos de ducha, entre otras medidas.
El salón es la habitación en la que se ubican más aparatos dependientes de la electricidad. Colocar una regleta con interruptor ayudará a poder gastar menos luz cuando no se estén utilizando. El resultado de todas estas acciones será una casa más sostenible y respetuosa con el medioambiente.
Ayuda domótica en el hogar
La sostenibilidad busca dejar un mundo mejor a las generaciones venideras y los avances, sobre todo los tecnológicos, serán decisivos en este objetivo. El caso más significativo es el de la domótica, que permitirá controlar cualquier aparato electrónico desde un dispositivo móvil. Regular la calefacción, programar la lavadora o el lavaplatos sin estar o apagar la luz sin moverse del sofá son acciones que no tienen ya secretos.
También es posible una gestión sostenible de los puntos de luz de la casa. No quiere decir esto que se vayan apagando las luces ni que se limite la iluminación en una vivienda. Solo será necesario conocer los diferentes tipos de luminarias que hay. La tecnología led da una iluminación más potente que las bombillas convencionales ahorrando energía, pero también se puede optar por bombillas inteligentes que se pueden regular en función de las personas que haya en la habitación o de la actividad que se esté llevando a cabo además de que algunos modelos generan luz de ambiente en diferentes colores.