Green Building Council España (GBCe), asociación de empresas y entidades que promueve la edificación sostenible, presentó en Madrid la «Hoja de ruta para la descarbonización de la edificación en todo su ciclo de vida», un documento que el GBCe enmarca en el proyecto #BuildingLife, proyecto que tiene una doble finalidad: «acelerar la transición ecológica de este sector y hacer compatible la economía con los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero a 2030 y 2050». La Hoja recoge así un conjunto de hitos y acciones clave para alcanzar en este sector el cero neto en ceodós en 2050.
La edificación -explican desde el GBCe- es responsable a nivel estatal del 30,1% del consumo de energía final y el 25,1% de las emisiones, de las cuales el 8,2% son emisiones directas asociadas al consumo de combustible en los sectores residencial, comercial e institucional. Pues bien, habida cuenta de ello, más de 230 entidades vinculadas al Consejo de la Edificación Verde de España han estado trabajando durante el último año «con el objetivo de recoger un conjunto de hitos y acciones clave para alcanzar las cero emisiones netas». El resultado de ese trabajo colectivo es la «Hoja de ruta para la descarbonización de la edificación en todo su ciclo de vida», un documento que contempla la descarbonización como una oportunidad, «puesto que la transición hacia un sector descarbonizado implica múltiples cambios sistémicos en la forma de trabajar y organizarse», y que propone como principal objetivo «la transformación progresiva del sector para alcanzar la completa descarbonización de la edificación en 2050».
Los principios que informan la Hoja de Ruta son estos
▪ La escala del edificio para definir la métrica del carbono. En la escala del edificio es donde las decisiones que afectan a todo su ciclo de vida, incluida su descarbonización, la economía circular y su propia función social, toman pleno sentido y desarrollo.
▪ La eficiencia primero. La eficiencia, tanto en el uso de la energía como en la de recursos naturales, es la primera de las medidas para alcanzar los objetivos de descarbonización. No se trata de sustituir una fuente energética por otra o unos materiales por otros, sino de utilizar los recursos de manera inteligente para reducir su demanda. Este principio recoge y amplía el principio de eficiencia energética primero reconocido a nivel europeo.
▪ Precaución. Aunque esta hoja de ruta trata de la descarbonización como fin principal, no se olvida de otros objetivos medioambientales y sociales de la transición ecológica. Aplica por lo tanto el concepto de no tomar decisiones arriesgadas cuando no se conozcan con certeza las posibles consecuencias.
▪ El factor tiempo. Las emisiones de efecto invernadero son acumulativas. Por ello, de las medidas propuestas se priorizan aquellas que permiten dejar de emitir cuanto antes y durante más tiempo.
▪ Mejores tecnologías disponibles. La hoja de ruta no prima unas soluciones sobre otras. Además, reconoce las especificidades del punto de partida de las distintas familias de productos de la construcción y las dificultades intrínsecas de cada uno para alcanzar la descarbonización.
▪ Participación y corresponsabilidad. La hoja de ruta nace de la imprescindible participación de representantes de los múltiples agentes del sector/cadena de valor implicados. Esta colaboración exige además la corresponsabilidad, por la que todos los agentes deben asumir sus responsabilidades propias y exigir una rendición de cuentas a los demás.
▪ Las personas en el centro. La misión de la edificación es, ante todo, proveer de habitabilidad a las personas. La transformación que propone la hoja de ruta debe ir acompañada de su empoderamiento para que ganen en resiliencia, coparticipación en la descarbonización y para que se conviertan en agentes activos de la misma.
Fuente: Energías Renovables
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https://www.energias-renovables.com/eficiencia/ya-esta-aqui-la-hoja-de-ruta-20220211