En el último año, y debido a la situación de pandemia generada por el SARS-COV-19, ha quedado patente la importancia de realizar una buena ventilación en los edificios que habitamos. Mantener la calidad del aire en el interior de viviendas, colegios o centros de trabajo es fundamental para preservar la salud. Pero, ¿cómo se realiza una correcta ventilación? ¿Cada cuánto tiempo debe durar? ¿Es mejor hacerlo de forma natural o mecánica?
¿Por qué es importante ventilar?
Una ventilación insuficiente de los espacios puede aumentar la propagación de enfermedades de transmisión aérea, como es el caso del SARS-COV-19 o de la gripe, debido a que el aire puede contener micropartículas en suspensión (los famosos aerosoles). El aire que respiramos en el interior de los espacios cerrados puede estar también viciado con las partículas contaminantes que emanan, por ejemplo, de los productos de limpieza, de disolventes o de cualquier otro compuesto químico que utilicemos.
Si no se renueva el aire convenientemente, pueden darse altas concentraciones de CO2. La Organización Mundial de la Salud ha puesto el límite en no sobrepasar el valor de 1.000 ppm de CO2 y, conforme aumentan los valores de partes por millón, “aparecen la somnolencia, los dolores de cabeza, la falta de concentración y disminuye del sistema inmunitario frente a infecciones”
Por último, la falta de ventilación puede ocasionar una elevada humedad relativa que, cuando supera ciertos valores (80%) y se encuentra con paredes poco aisladas o puentes térmicos, puede generar mohos cuyas esporas son causantes de enfermedades respiratorias.
¿Es suficiente con ventilar cada mañana?
La conclusión a la que se llega es que, para que fuera efectivo, sería necesario abrir las ventanas de forma periódica cada cierto tiempo en función del tamaño de la estancia y de la cantidad de personas que hay en ella. Aunque, ni aun así “garantizaríamos mantener el nivel de CO2 por debajo de los 1.000 ppm de manera continua”, según los expertos de PEP. Además, recuerdan, cada vez que se abren las ventanas se pierde todo el aire caliente o frío con el que han sido climatizados los espacios ventilados, lo que supone “un gran derroche de energía”.
Frente al sistema de ventilación tradicional que parece no ser suficiente, PEP defiende rotundamente la ventilación mecánica de doble flujo con recuperación de calor como la solución más acertada para disminuir la transmisión aérea del SARS-COV-19 dado que, según señala Gutiérrez Cuevas, “la ventilación es constante, con caudales bajos y permanentes, lo que permite mantener la calidad del aire interior en niveles óptimos todo el día”.
- La Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) recoge en una guía verdades y mitos sobre la ventilación de edificios.
- Se puede leer el articulo completo través del link: https://www.cicconstruccion.com/texto-diario/mostrar/2815661/realidades-leyendas-urbanas-sobre-ventilacion-tiempos-covid-19
- Fuente: CIC Centro informativo de la Construcción